domingo, diciembre 06, 2009

Los Colosos que no volverán


Si algo recuerdo de la época en que la WCW llegó a nuestras pantallas, vía canal 5, es la voz de mi abuelo diciendo que eso era pura ‘finta’. Él había vivido la lucha libre de otra manera, sin fuegos artificiales y música de fondo: mi abuelo era heredero del catchascán peruano. ¿Qué podemos entender por catchascán?

La traducción literal lo dice mejor que nadie: agárralo como pueda, y sáquele todo lo que puedas sacarle para deleite del público.

Lo curioso es que mi abuelo no me habló de los famosos ‘Colosos del Catch’, que irrumpieron en la década de los 70 en el coliseo Amauta. Los luchadores que conoció él, ya con 80 años en su andar, corresponden a la época de ‘El Hermoso’, ‘Calixto’, un joven ‘Enfermero’, y un también joven ‘Vikingo’. Esto corresponde a la primera etapa del catchascán que se remonta a los años 50 aproximadamente, 20 años antes de los míticos enfrentamientos que sacudían los televisores de Lima.

¿Hay documentación alguna? Lo dudo, por lo menos no la he encontrado. Me animo a dar una teoría: la lucha libre, el catchascán, en el Perú solo vive en el recuerdo de nuestros padres y abuelos, es decir, limeños que tienen en su mente las imágenes de lo que sucedió en los últimos 60 años por estos lares.

¿No me creen? Bueno, sobre los tan mentados ‘Colosos del Catch’ solamente hablan, y escriben, aquellos que vivieron esa época dorada del catch cholo. Según una fuente cercana, el pico más alto en lo que a lucha libre se refiere llegó de la mano con el tour que hicieron ‘El Santo’ y ‘Blue Demon’ en Lima, el cual incluyó una rivalidad con el ‘Vikingo’. Este último no dudó en hacer gala de sus artimañas contra los aztecas, y roció limón en los ojos de su rival de turno.

¿A alguien le importa que haya sucedido esto en un pequeño país de Sudamérica llamado Perú durante una dictadura militar? A mí, y supongo que a muchos que creen que en su país no hay una tradición de lucha libre. Esto es parte de la historia de la sociedad limeña del siglo XX, pero parece a pocos importarle.

Todo hace indicar que los tiempos del catchascán no volverán. Le pongan el nombre que le pongan, los días del Amauta, los programas de televisión y las grandes audiencias no se repetirán para la lucha libre nacional. No soy pesimista, simplemente creo que los esfuerzos por revivir estos días son inútiles y mal encaminados…algo así como alcanzar la utopía socialista.

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